Una vez que se ha despertado la experiencia de Jesús en la etapa del Despertar religioso, la catequesis de iniciación pretende comenzar el camino de la fe en los más pequeños, para prepararles hasta el encuentro sacramental con Jesús en la eucaristía, en la Primera Comunión.

Esta etapa del itinerario de catequesis es de dos años, (se corresponde con 2º y 3º de primaria) y también está marcada por el momento experiencial, pues la fe no se aprende, se vive. Además, los niños y niñas de estas edades plantean muchas preguntas acerca de la persona de Jesús, de los relatos de la Biblia, de lo que observan en las celebraciones… es aquí donde la fe arraiga y se consolida.

Actualmente en nuestra parroquia hay unos 180 niños y varios catequistas que acompañan estos procesos. Aquí os dejamos algunas experiencias de los catequistas y del servicio que desempeñan. Gracias.

La catequesis a los peques de iniciación me ayuda a renovar continuamente mi fe en Dios Padre, hijo y Espíritu Santo, y a sembrar con ellos esas semillas de amor, perdón, misericordia, etc, que Dios nos tiene enseñándoles: que Él está en nuestros corazones y en el de los demás y también en la naturaleza, la gran casa de todos que Él nos regaló.

Ana Moreno Moreno

Para mí, ser Catequista es un regalo del Amor de Dios. Un regalo que no se puede callar y me impulsa a contagiarlo a los demás. Un regalo de los que estás feliz y no finges. En este acompañar a los niñ@s hacía Jesús, yo les transmito mi experiencia de encuentro y alegría de sentir a Jesús en mi corazón, pero por sorpresa son los propios niñ@s los que me ayudan en mi seguimiento a Jesús, a través de su ilusión, sonrisa, sencillez e inocencia.

Lidia Alonso Heras

Un fragmento del Principito puede resumir bien lo que es ser catequista

–          Dar amor no agota el amor, por el contrario, lo aumenta. La manera de devolver tanto amor, es abrir el corazón y dejarse amar.

–          Ya entendí. – dijo la rosa.

–          No lo entiendas, vívelo. – agregó el principito.