La «noche alternativa» une a los adolescentes de Burgos

Mil jóvenes de Castilla y León caminarán el próximo verano hasta Santiago de Compostela para participar, junto a cristianos de todo el continente, en la Peregrinación Europea de Jóvenes con motivo del Año Santo Jacobeo. Como un preludio del evento, la delegación diocesana de Infancia y Juventud ha convocado a adolescentes de la ciudad a participar de una «noche alternativa» que les ha desvelado algunos de los secretos de la ruta jacobea para abrir el apetito y preparar así el camino de esta peregrinación.

Centenar y medio de adolescentes de parroquias, colegios y movimientos han participado en el evento, desarrollado en el patio del colegio Santa María la Nueva y San José Artesano. A través de las pruebas de habilidad de un particular «juego de la Oca», los participantes han tenido la oportunidad de conocer a jóvenes de otras parroquias y descubrir la importancia del Camino de Santiago para la cultura cristiana occidental.

El frío de la noche ha sido atemperado con un chocolate caliente y unos churros, a los que ha precedido una oración en la vecina iglesia de la Inmaculada. En ella, los adolescentes han reflexionado sobre los «hitos» que van configurando el camino de su propia historia personal y las «metas» que desean alcanzar y que sueñan ahora en los años quizás más decisivos de su vida.

La «noche alternativa» es una propuesta evangelizadora que promueve la delegación de Infancia y Juventud desde hace varios años como un apoyo al proceso que estos chavales siguen en sus parroquias y que posibilita que puedan conocer otras realidades y comprobar que hay más jóvenes que, como ellos, siguen un itinerario de fe en sus respectivas comunidades. La última edición se adaptó para celebrarse en la Catedral y la de hoy ha tenido también su formato paralelo en Aranda de Duero con adolescentes de la Ribera.

El grupo de adolescentes de nuestra parroquia, «los Yisus» participó también de este encuentro por primera vez, y las sensaciones que quedaron en estos chavales fueron muy positivas, pues admitieron que fue reconfortante conocer a otros chicos y chicas de su edad que viven la fe en otros grupos o parroquias.