OBJETIVOS:

  • Descubrir lo importante y maravilloso que es el sentido de la vista.
  • Aprender a mirar más con el corazón que con los ojos.
  • Aprender a mirar como Dios nos mira: con amor.

Actividades para trabajar en familia:

1.- Cuento: Las gafas de Dios.

Una vez un hombre llegó al cielo y entró en la oficina de Dios; en el centro vio, sobre un escritorio, las gafas de Dios. No pudo resistir la tentación de echar una mirada a la Tierra con esas gafas. Con ellas se veían todas las cosas y a todos las personas con sus buenas y sus malas intenciones.

Entonces se le ocurrió mirar a su amigo y lo consiguió. Estaba haciendo algo malo: estaba robando en una casa. Al ver lo que su amigo estaba  haciendo, tuvo un profundo deseo de justicia. Buscó bajo la mesa el banquito de Dios y lo lanzó a la Tierra. El banquito le pegó un gran golpe a su socio, tumbándolo allí mismo.

En ese momento Dios llegaba a su despacho. Nuestro amigo se sobresaltó; Dios le llamó, pero no estaba enfadado. Simplemente le preguntó qué estaba haciendo. El pobre trató de explicar que había entrado en su  despacho porque estaba la puerta abierta.

-No, no -le dijo Dios-, no te pregunto eso. Lo que te pregunto es lo que hiciste con mi banquito.

Animado, le contó que había visto las gafas, y no había resistido la tentación de echar una miradita al mundo. Que le pedía perdón por el atrevimiento.

-No, no -volvió a decirle Dios. Todo eso está muy bien. No hay nada que perdonar. Mi deseo profundo es que todos los hombres fueran capaces de ver el mundo como yo lo veo. Eso no está mal. Pero hiciste algo más. ¿Qué pasó con mi banquito donde apoyo los pies?

Animado del todo, le contó a Dios que había estado observando a su amigo robando  y que sin pensar en nada había tomado el banquito y se lo había arrojado a la espalda.

-¡Ah, no! -volvió a decirle Dios-. Ahí te equivocas. No te diste cuenta de que, si bien te habías puesto mis gafas, te faltaba tener mi corazón. Imagínate que si yo cada vez que veo una injusticia en la Tierra me decidiera a tirarles un banquito, no alcanzarían los carpinteros de todo el universo para abastecerme de proyectiles. No, hijo mío. No. Hay que tener mucho cuidado con ponerse mis gafas, si no se está bien seguro de tener también mi corazón.

Reflexión sobre el cuento:

  • Dios nos mira con cariño: Nos ve grandes, y altos, nos ve buenos y nunca nos dejará de ver con cariño.
  • Dios nos enseña a “Mirar” como nos mira Él: con amor, con el corazón.
  • Necesitamos “ver” con el corazón de Dios.

2.- Canción: “UN CORAZÓN COMO EL TUYO”

Escuchamos la canción siguiendo la letra:

Para esta primera sesión de catequesis en la parroquia, los niños traen unas gafas que les habéis ayudado a hacer en casa. Tienen forma de corazón y se pueden elaborar según dos modelos muy sencillos para que escojáis uno de ellos. Os adjuntamos las imágenes:

1.- La gafas con cartulina y las patillas con pajitas de plástico.

2.- Con Goma Eva las gafas grapando una goma elástica en las patillas.