Himno
Escucha, ¡oh Creador benigno!
las preces que te presentamos
mezcladas con nuestras lágrimas,
durante estos cuarenta días
santificados por el ayuno.
Tú que penetras
lo más profundo de los corazones,
conoces nuestra debilidad.
Concede la gracia del perdón
a los que vuelven a ti.
Ciertamente que mucho hemos pecado;
mas, perdona a los que nos confesamos culpables.
Por la gloria de tu nombre
¡oh Dios! remedia nuestros males.
Oh Trinidad bienaventurada,
oh Unidad perfecta,
haz que aproveche a tus fieles
el don de los ayunos que te ofrecen.
Amén.
Salmo
Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado.
Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces.
Hazme oír el gozo y la alegría,
que se alegren los huesos quebrantados.
Aparta de mi pecado tu vista,
borra en mí toda culpa.
Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.
Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso:
enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti.
Padre nuestro
Oración de la mañana
Señor Dios, en la mañana de este nuevo día, día hecho por ti y bendito, henos aquí en tu presencia, en nuestro camino cuaresmal, haz que caminemos con perseverancia teniendo la mirada puesta en Jesús autor de nuestra fe, sometido a la cruz, pero resucitado y viviente contigo y el Espíritu Santo ahora por todos los siglos de los siglos. Amén.
Oración de la tarde
Señor Dios, tú amas a todas tus criaturas y no sientes desprecio por ninguna de tus obras, no mires nuestros pecados, sino renuévanos con tu santo Espíritu a fin que acojamos con gratitud este tiempo favorable, tiempo de retorno a ti y de reconciliación entre nosotros, tus hijos. Por Cristo nuestro Señor.